Dios tiene un plan maravilloso para el ser humano, que se vio afectado por la entrada al mundo del pecado, debido a la desobediencia de Adán y Eva. Este plan incluye gobernar, junto con Él, la tierra, y ejercer autoridad sobre toda criatura.
«El pecado ocasionó la caída inminente del hombre y junto con él su destino: reinar para Dios la creación».
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En su propósito divino y desde la eternidad, Dios se propuso en su corazón salvar al hombre de las consecuencias de su trasgresión. De allí que, a través de la obra y sacrificio de su Hijo Jesucristo, nuestro fiel sumo sacerdote, ahora tenemos entrada al reino mediante la fe sola.
En este segundo sermón de la serie Restaurando el destino perdido del hombre, llamada “Jesucristo: el plan maestro de Dios”, Harold Cortés aborda, a partir de Hebreos 2.9-18, ese plan perfecto de Dios para restaurar a la humanidad caída, devolverle lo que había perdido a causa del pecado y comisionarlo para gobernar, con Jesucristo, toda la tierra.